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La factura de la crisis: más de 45.000 empresas en quiebra

La factura de la crisis: más de 45.000 empresas en quiebra

La economía española mira hacia delante, hacia un futuro en el que todo irá a mejor, a expensas, eso sí, de que se aclare el panorama político. La actividad gana tracción. No en vano, la estadística concursal pasa por su mejor momento en cinco años y lleva una racha espectacular de 26 meses consecutivos de caída en tasa interanual, según nuestro Gabinete de Estudios Económicos. Pero eso no impide que el tejido empresarial lleve consigo una abultada factura como consecuencia de una crisis que no termina de cerrarse: desde el año 2008 hasta la fecha se han declarado 45.232 concursos por parte de sociedades mercantiles; es decir, en promedio, cada día hábil durante los últimos ocho años más de 21 empresas han entrado en quiebra y han solicitado la protección concursal. El balance de 2015 es de 5.115 nuevos concursos, que con todo supone un retroceso del 21,4% sobre el año anterior. La evolución de los concursos confirma la recuperación de la economía española, pero aún hay muchas tareas pendientes: la tasa de paro sigue siendo más del doble que el promedio de la UE, el PIB aún no ha alcanzado los niveles de 2008 y hay una manifiesta ineficiencia fiscal, ya que España es uno de los países europeos que menos recauda en relación a su PIB en IRPF, IVA e impuestos sobre Sociedades, según datos de la OCDE.

El grueso de estos procesos formales de insolvencia se concentra en los últimos cuatro años, que con 28.195 incidencias, representa el 62,3% de todos los concursos iniciados entre 2008 y 2015. El Gabinete de Estudios Económicos también ha analizado cuántos concursos han logrado un convenio y hasta la fecha solo el 3,75% de los procesos han conseguido un acuerdo, este porcentaje puede ir mejorando a medida que alguno de los procesos que están en marcha concluya con un convenio para la viabilidad de la empresa en cuestión. La tendencia concursal, que empieza a dar algunas muestras de agotamiento tras más de dos años retroceso continuado, tiene mucho que ver con la evolución de la construcción, el sector de comercio y distribución y la industria manufacturera, las tres actividades donde más procesos se inician en el tejido empresarial.

En los últimos ocho años se han registrado 13.977 concursos en el sector de la construcción, una cifra que supone el 30,9% del total, es decir, prácticamente una de cada tres insolvencias judiciales declaradas en España durante la crisis. El peor año para el sector fue, lógicamente, el 2013, con 2.623 concursos. El balance de 2015 es de 1.241, un descenso del 25,8% sobre 2014 y del 52,7% comparado con el pico de 2013. El sector de comercio y distribución representa el 18,4% de todos los concursos desde el año 2008, un saldo total de 8.326 casos. El cierre del último ejercicio fue de 1.089 procesos iniciados, un 18,4% menos que en 2014 y un 33,2% menos que hace dos años (1.631 procesos). En el conjunto de la crisis, la industria manufacturera es la segunda actividad donde más concursos se han declarado, con 8.485, un 18,75% del total. En el último año, esta industria registró 735 concursos, un 29,1% por debajo de los resultados de 2014 y un 52,1% comparado con el récord de 2013 (1.534 casos). Es decir, estos tres sectores suponen el 68,05% de todos los concursos declarados durante la crisis.

El saldo neto de 2015 es de 3.708 concursos menos en el tejido industrial nacional que en los máximos de 2013, un ajuste del 42%. Los tres mayores sectores de actividad en términos numéricos acumulan un descenso total de 2.723 concursos, solo en la construcción la caída es de 1.382 concursos, lo que indica que el 37% del ajuste recae en exclusiva en esta actividad. Solo hay dos sectores donde haya hoy más concursos que en 2013, si bien su incidencia es marginal: se trata del segmento comprendido en agua, actividades de saneamiento, descontaminación y otras, que cerró 2015 con 38 concursos, frente a los 27 de 2013 y de suministro de energía, eléctrica, gas y vapor, con 74 casos, frente a los 28 registrados en máximos.

Ahora está por ver si la tendencia concursal será capaz de proseguir en 2016. La recuperación de la actividad se ha visto beneficiada por la reapertura del grifo de crédito y los bajos tipos de interés cercanos a cero. Pero crecen las dudas sobre el panorama económico. El tejido empresarial ha aprovechado la guerra por la captación del crédito desatada en el negocio bancario, una lucha que se ha librado a golpe de reducción de márgenes en la banca y que, por tanto, es difícil que pueda continuar en términos similares en los próximos meses, máxime cuando las exigencias de liquidez y solvencia para la banca irán in crescendo a medida que se vayan implementando las exigencias establecidas en el marco internacional de Basilea. A esto se añade la incertidumbre global provocada por la situación en China y sus efectos secundarios: las Bolsas europeas han registrado su peor comienzo de ejercicio desde los años 70 y los precios de las materias primas cotizan prácticamente a la mitad de lo presupuestado por las grandes empresas del sector, lo que acrecienta las dudas sobre la capacidad de solvencia de una industria que requiere de un elevado apalancamiento para desarrollar su actividad. Por si todo esto fuera poco, el puzle político en España, donde aún no se descarta la posibilidad de tener que repetir las elecciones, añade más miedo e inquietud a los inversores.

 

Gabinete de Estudios Económicos de axesor
Categorías: Radar Empresarial

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